Remedios para tratar el herpes zóster

/ domingo, 27 de septiembre de 2015 /

Curar el herpes zóster, una batalla ganada


También llamada “la culebrilla”, el hérpes zóster es una enfermedad causada por la reactivación de una infección previa con el virus del herpes zóster y cuyo resultado visible es una erupción cutánea bastante dolorosa.



Aunque en un principio puede confundirse con urticaria, el dolor que produce acompañado de las ampollas que aparecen posteriormente es suficiente para que cualquier médico pueda diagnosticar herpes zóster y ponerse manos a la obra para curar la culebrilla.

Este virus puede permanecer latente en nuestro cuerpo después de padecer la varicela y desarrollarlo en años posteriores. La culebrilla afecta a una de cada cinco personas que ya tuvieron varicela y aunque todavía no existe ningún estudio que verifique la causa exacta de que este virus se reactive, algunos investigadores coinciden en que puede deberse a factores como el estrés, fatiga, tener el sistema inmunitario debilitado, cáncer o tratamientos de radiación.

Los síntomas de la culebrilla


El primer síntoma de la culebrilla es a menudo una extrema sensibilidad o dolor en un lado del cuerpo.

La sensación puede ser picazón, hormigueo, ardor o dolor. Si estos síntomas aparecen en la cara, sobre todo cerca de los ojos, busca ayuda médica de inmediato. Otros síntomas inespecíficos que pueden ocurrir al mismo tiempo son fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y picazón.

Por norma general,  a los tres días de que comience el dolor, empieza a salir una erupción con ampollas que se llenan de pus y luego forma costra durante 10 días más. En ocasiones algunos pacientes sólo presentan dolor pero no el sarpullido característico.

La erupción desaparece a medida que las costras se caen en las siguientes tres semanas, y es que curar herpes zóster es relativamente fácil pero lleva tiempo.

Curar la culebrilla


Los medicamentos antivirales  se han demostrado efectivos si se administran en las primeras 24-48 horas.

Para curar la culebrilla es importante que actuemos rápidamente en cuanto notemos los primeros síntomas y tener la precaución de que, si las ampollas aparecen cerca de los ojos, ir a ver inmediatamente a un especialista ya que podría causar daños oculares.

En caso de mujeres embarazadas o personas con otras enfermedades médicas curar herpes zóster puede conllevar dificultades adicionales así que es recomendable que estos colectivos busquen inmediatamente ayuda médica.

Síntomas y complicaciones con el Herpes Zóster

/ jueves, 23 de abril de 2015 /
Existen multitud de síntomas del herpes zóster (culebrilla), pero nosotros vamos a detallarte los más importantes y comunes. Como norma general, si padeces de esta afección notarás sensación de dolor, picazón y cosquilleo en la zona afectada y en la cual aparecerá el sarpullido. Del mismo modo, es muy probable que todo esto suceda días antes de que aparezca el herpes. Es precisamente por ello por lo que la persona no sabe que está empezando a padecer los síntomas típicos de la culebrilla.



El sarpullido inicial es similar a una línea o grupo de granos en franjas que se sitúan, normalmente, en algún costado del torso. Poco a poco, el dolor se va intensificando y los granos se convierten en ampollas, las cuales tardan un promedio de 7 a 10 días en cicatrizar y convertirse en costras. Estos 7-10 días son los días más duros y en los que existe una mayor probabilidad de contagiar a otras personas. El contagio únicamente ocurre si la persona expuesta al herpes recibe algún contacto directo con las ampollas y no ha sufrido la varicela, en cuyo caso, lo más probable es que se contagie de este virus. NO se contagiará del herpes zóster, sino de la varicela.

Otros síntomas comunes


Otras personas que padecen del herpes zóster, aseguran sufrir mareos, fiebres, sensación de cansancio, así como dolor general de todo el cuerpo. Además, en ciertos casos poco comunes, la persona afectada sentirá dolores sin tener sarpullidos. Las personas mayores de 60 años, suelen ver como el dolor se intensifica, por lo que se puede –casi afirmar- que a mayor edad, mayor dolor.

Posibles complicaciones con la culebrilla


En la inmensa mayoría de los casos de herpes zóster, se suelen curar solos y no suelen desencadenar en mayores problemas. Pero como todo en la vida, podemos encontrarnos con complicaciones puntuales. Las más comunes entre la población son:

·        Problemas de vista: Si la persona afectada tiene el herpes en una zona próxima al ojo, podría quedar parcial o totalmente ciego.
·    Infecciones dérmicas: El sarpullido del herpes puede infectarse y desencadenar otras infecciones conocidas como celulitis y el impétigo.
·       Dolores continuos: No hay duda de que el herpes consigue dañar las fibras nerviosas de la piel, por lo que el dolor se prolonga cada vez más y se hace más doloroso. A estas situaciones se las denomina como Neuralgia posherpética.
·      Problemas del sistema nervioso: El herpes zóster también puede afecta a los nervios conectados al cerebro, por lo que podría producirse una parálisis facial, problemas de visión, audición y hasta equilibrio. En casos extremos, la culebrilla puede inflamar el cerebro, es decir, generar encefalitis.


Finalmente, recordaros que existen métodos alternativos, económicos y sobre todo seguros, de curar el herpes zóster o culebrilla. Puedes saber más en este artículo del blog lasalud.es: Como se cura la culebrilla. Echadle un vistazo, pues se explican varios métodos para acabar –de forma permanente- con esta dolorosa afección. 

¿Qué es el herpes zóster?

/ sábado, 18 de abril de 2015 /
En este primer artículo nos vamos a centrar en explicar –a grandes rasgos- qué es y cuáles son los síntomas del herpes zóster, también conocido como la culebrilla. Por definición, este doloroso herpes es una erupción ocasionado por el virus de la varicela-zoster, el cual origina a la varicela propiamente dicha. ¿A que no tenías ni idea de ello? Muchas personas desconocen la procedencia de esta afección, no eres el único. Pero en este pequeño blog queremos contártelo todo acerca del herpes zóster, sin tabúes ni trampa ni cartón.


Causas por las que aparece la culebrilla

Como normal general, después de que una persona contraiga el virus de la varicela, ya está expuesto a poder contraer el herpes zóster. Y es que, el virus de la varicela, pese a haberla pasado, continúa latente en algunos nervios de nuestro sistema. La culebrilla o herpes zóster, sucede cuando dicho virus se reactiva en los nervios del cuerpo tras varios años. Eso sí, todavía se desconoce la razón por la el virus se reactiva. Es algo que los médicos especialistas todavía no han logrado determinar. Normalmente, el herpes zóster sólo “ataca” una vez en la vida y no a todas las personas.
Es importante saber que el herpes zóster puede desarrollarse a cualquier edad, aunque eso sí, tiene una mayor probabilidad en las edades superiores a los 60 años o en aquellos bebés que padecieron la varicela antes de cumplir su primer año de vida. También es común encontrar personas afectadas por esta afección debido a que su sistema inmune ha quedado debilitado por la ingesta de medicamento o bien por que sufre algún tipo de enfermedad.
Si por cualquier motivo un adulto o niño estuviese expuesto a un contacto directo con el herpes (culebrilla), podría desarrollar la varicela y no el herpes zóster. Siempre y cuando el efecto no haya desarrollado esta enfermedad anteriormente.

Síntomas de la culebrilla o herpes zóster

El primer síntoma suele ser –casi siempre- el dolor en el costado. También es común experimentar ardores u hormigueos en dicha zona. Los dolores suelen ser intensos y se presentan antes de las erupciones. La gran mayoría de los afectados por esta afección afirman que estos dolores se presentan antes de que aparezca dicha erupción.
Las ampollas originadas por el herpes, se rompen formando úlceras que se secan y dan lugar a costras, las cuales tienden a caerse a las 2 o 3 semanas. La cicatrización tiene un proceso bastante extraño y no suele quedar del todo bien. La erupción generalmente se presenta en un área estrecha alrededor de la columna y el pecho. También puede afectar a la cara, la boca, los oídos y los ojos.

Otros síntomas

  • Sensación general de malestar.
  • Úlceras genitales.
  • Dolores abdominales.
  • Escalofríos.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
En el supuesto de que el herpes afecte a alguna zona de la cara (nervios faciales), los síntomas podrían variar y hasta incluso empeorar. Por poner un simple ejemplo, nos podríamos encontrar ante situaciones tales como:
  • Problemas de visión.
  • Pérdida en el movimiento de los ojos.
  • Caída del párpado, también conocido como ptosis.
  • Dificultad para mover los músculos de la cara.
  • Problemas en el sentido gustativo.
Tratamiento del herpes zóster
Tu médico especialista te recetará algún medicamento capaz de combatir este virus. Normalmente, estos medicamentos se les conoce como antivirales y son capaces de disminuir el dolor, acortar la enfermedad y hasta incluso prevenir males peores. Para curar el herpes zóster, podemos usar aciclovir, valaciclovir o famciclovir.
Por otro lado, algunos medicamentos como los corticosteorides, se pueden emplear en caso de dolores o inflamaciones severas.
 
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